De la rueda de prensa al encuentro exclusivo con medios

Rosa Del Blanco Fernández

¿Sigue siendo la rueda de prensa una buena arma para comunicar? Hace unos meses, explicábamos en este blog qué la nota de prensa no había muerto, pero había que saber cuándo y cómo usarla. Pues con este otro instrumento que tenemos en nuestra caja de herramientas de la comunicación, ocurre lo mismo. A priori, la rueda de prensa es un buen vehículo para comunicar, pero hay que dominar su técnica y organizarla sólo cuando tenga realmente sentido. De lo contrario, se podría convertir en un arma de doble filo que podría acabar perjudicando la reputación de una empresa.

La rueda de prensa ha ido evolucionando, de hecho, ruedas de prensa “puras” se organizan cada vez menos. En la agencia nos decantamos más por los encuentros exclusivos con medios. ¿Por qué?  Una rueda de prensa es un acto informativo organizado por una entidad u organismo público en la que se convocan a los medios de comunicación para dar a conocer algo de interés para la opinión pública. En principio las organizaban sobre todo partidos políticos, sindicatos, ministerios, clubs de futbol y luego evolucionó también hacia las entidades privadas. Para que una rueda de prensa tenga sentido tiene que darse a conocer una noticia de importancia pública. Por ejemplo la abdicación del rey, eso sí es una buena noticia con gancho informativo para convocar.

Antes de la crisis, si una empresa determinada convocaba una rueda de prensa, acudían bastantes  medios de comunicación. En esos tiempos de bonanza las empresas comenzaron a organizar ruedas de prensa o desayunos de prensa cada vez que querían contar algo a los periodistas. Un poco sin ton ni son, todo sea dicho, porque siempre se llenaban las salas, hubiera noticia o no. Digamos que entonces convocar era más fácil.

Sin embargo, la situación de ahora es diferente. Con la restructuración de los medios de comunicación, la reducción del número de cabeceras y de las redacciones de los medios, los periodistas no pueden acudir a todas las convocatorias que reciben cada día, por lo que son muy selectivos. Por esta razón no tiene sentido organizar una rueda de prensa para presentar algo que bien podríamos explicar a través de otros métodos, como una nota de prensa, una entrevista, una reunión off the record, etc.  Nunca hagas perder tiempo a un periodista o lo pagaras caro.

Puede que una empresa determinada, que haya sido capaz de desarrollar previamente buenas relaciones con sus medios clave, pueda convocarles sin problema la primera vez. Ahora, como la información que les ofrezca no cumpla con sus expectativas, la próxima vez que reciban una convocatoria de dicha empresa, con suerte, acabará en la papelera de reciclaje, sino al spam.

Además, los periodistas cada vez más, tienden a buscar ángulos de información diferenciados. Por eso conviene no ofrecer la información de forma masiva, sino adaptarla a cada medio, o incluso a cada periodista. Hoy día, para que la información llegue a los periodistas con éxito debe personalizarse.

Por esa razón nosotros recomendamos organizar encuentros exclusivos con medios sólo cuando sabemos que la información que se va a ofrecer realmente aporta valor añadido a los periodistas que convocamos. Además, en lugar de organizar una rueda de prensa unidireccional, cada vez más, sobre todo en el sector financiero, nos gusta más apostar por encuentros en “familia”, debates o mesas redondas con expertos en un determinado ámbito para centrarnos en las necesidades e intereses particulares de los periodistas que hemos convocado a dicho encuentro. Eso sí, nunca organizaríamos una rueda de prensa sin preguntas (#sinpreguntasnocobertura) .

Por tanto, no hay fórmulas mágicas: ante un hecho que comunicar, consulta con tu médico de comunicación de cabecera y te prescribirá la mejor forma de hacerlo.

 

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