Cuando el periodista se convierte en prescriptor de tu trabajo

Cristina Rubio

Del primer debate de “periodistas vs comunicadores”, organizado por la agencia Silvia Albert in company salí con varias conclusiones en mi cabeza, pero si tuviera que destacar una, diría que las relaciones públicas se fundamentan en el vínculo de confianza que se crea entre periodistas y profesionales de comunicación. A ese punto de equilibrio sólo se puede llegar si existe empatía profesional entre ambos expertos. Y si más allá de ese entendimiento hay un respeto, confianza y una buena relación, se consigue tal flujo de información que estaríamos hablando de un caso de éxito en comunicación continuado en el tiempo.

La mayoría de los consultores de comunicación no son periodistas de profesión, pero sí de corazón. Esta es la clave para conocer bien sus intereses, saber qué necesitan, o podrán necesitar, y alimentar así una relación profesional perdurable en el tiempo. De esta manera se constituye un canal propio de contenidos, proporcionando un flujo de información constante.

La filosofía de nuestra agencia siempre ha sido clara en ese sentido. Nuestros clientes no son sólo las empresas, sino que también lo son los propios periodistas. El objetivo es saber, entender, profundizar y averiguar todo lo que necesitan para convertirnos en su fuente de información. A veces esa relación es tan satisfactoria que incluso el periodista puede convertirse en un fiel defensor de tu trabajo, lo que puede repercutir en el propio desarrollo del negocio.

Por otra parte, el deber del consultor es asesorar al cliente en base a criterios periodísticos. No todo es “comunicable” y nosotros podemos marcar ese filtro, que por otro lado es muy agradecido por los periodistas. Recibir comunicaciones masivas sin que constituyan hechos noticiables, o lo que por aquí llamamos #notasdeprensadelirantes, no es profesional. Y precisamente de lo que se trata es de cuidar la relación con los periodistas de una manera tan sofisticada como estratégica.

Para concluir, finalizo con el decálogo de las buenas prácticas en la relación entre los profesionales de la comunicación y los periodistas, elaborado por de Dircom y ADECEC. Diez interesantes consejos que no hay que dejar de poner en práctica si perteneces al llamado lado oscuro de la fuerza.

  1. Aporta información con un enfoque relevante.
  2. Nunca mientas al periodista. Puede llegar a comprender que no se le cuente toda la verdad, pero nunca perdonará el engaño.
  3. Preocúpate por ser o formar a un interlocutor adecuado y conoce a fondo el tema del que quieras informar: si no sirves de ayuda, no volverán a contar contigo como fuente.
  4. Conoce bien a los medios, su idiosincrasia y funcionamiento. Identifica quiénes son los periodistas expertos en tu sector en cada medio, preséntate y dirígete a ellos, con nombres y apellidos.
  5. Ten en cuenta los plazos y sus tiempos.
  6. Mantén un contacto regular y habitual con los periodistas. Las relaciones esporádicas no afianzan ni revierten en lazos profesionales sólidos.
  7. Las informaciones impersonales, uniformizadas y masivas no son relevantes. Las exclusivas (también) existen. Reconoce su valor.
  8. Los medios digitales y audiovisuales son una realidad que se impone, de impacto creciente e imparable. Conócelos, tenlos en cuenta y aprende a conquistarlos.
  9. Nunca discrimines al periodista en función del medio o soporte en el que trabaje Actúa siempre como un facilitador para el periodista dentro de tu organización y conviértete en su principal referencia de consulta.
  10. Sé accesible y no des largas

 

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